En septiembre de 2021, el Banco Africano de Desarrollo puso en marcha una nueva iniciativa sobre la integración del capital natural en la financiación del desarrollo en África. Esta será una oportunidad para hacer balance de este proyecto y de sus primeros logros. La cuestión se debatirá en las Reuniones Anuales del Grupo del Banco Africano de Desarrollo, previstas del 22 al 26 de mayo en Sharm el-Sheikh (Egipto).
Alrededor del 30% de todas las reservas minerales mundiales se encuentran en África, incluido el 60% de las reservas de cobalto y el 90% de las reservas de metales del grupo del platino. El continente contribuye sustancialmente a la producción anual mundial de seis minerales clave: el 80% del platino, el 77% del cobalto, el 51% del manganeso, el 46% de los diamantes, el 39% del cromo y el 22% del oro. Además, África posee más del 60% de las tierras cultivables no desarrolladas del mundo y alberga al 13% de la población mundial, el 60% de la cual tiene menos de 25 años, lo que la convierte en la población más joven del mundo. Alrededor del 75% de los países africanos tienen acceso al mar, lo que ofrece grandes oportunidades en la economía azul, cuyo potencial mundial, si se gestiona de forma sostenible, se estima en unos 1,5 billones de dólares.
Ventajas comparativas
Algunos países han aprovechado este capital natural, como Marruecos, que ha creado vastos campos de producción de energía solar y eólica. En 2022, la empresa británica Xlinks, especializada en energías renovables, ha anunciado la construcción de un cable submarino de 3.800 kilómetros que permitirá al Reino Unido beneficiarse de esta energía.
En Egipto, el Nilo, además del funcionamiento del Canal de Suez, se aprovecha de diversas maneras. También en Egipto, la planta solar fotovoltaica de Benban, puesta en marcha en 2018, contribuirá a aumentar la cuota de energías renovables hasta el 42% en 2035. Solo el parque reduce las emisiones de CO2 en dos millones de toneladas al año. A pleno rendimiento, el parque producirá 3,8 teravatios hora de electricidad al año, lo que equivale al 90% de la electricidad producida por la presa alta de Asuán.
África debe ser capaz de utilizar todas sus ventajas comparativas para movilizar recursos que le permitan financiar sus ambiciones de desarrollo sostenible. La ayuda oficial al desarrollo se ha estancado considerablemente desde 2010 e incluso ha caído a su nivel más bajo, alcanzando los 34.000 millones de dólares en 2022, según estimaciones de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). El acceso a los mercados internacionales de capitales sigue siendo bastante restrictivo y muy costoso debido a una elevada percepción del riesgo por parte de los inversores.
Pero al continente no le faltan opciones y podría, junto con la movilización del sector privado, aprovechar su «enorme» potencial de capital natural. Este potencial va desde las masas de agua dulce a los vastos recursos forestales, pasando por los yacimientos minerales. Esto es lo que pretenden demostrar las Reuniones Anuales del Grupo del Banco Africano de Desarrollo.
Fuente : L’observateurAfrique